Acerca de mi

A7R07745.jpg

Mi vida tiene un antes y un después de descubrir el yoga

Desde muy joven había sido muy deportista. Me gustaba mucho la natación, el aerobic, acudía al gimnasio a trabajar con máquinas y pesas, y corría en cinta casi a diario. Los fines de semana hacia excursiones en bicicleta de montaña y practicaba otros deportes como el esquí, el golf, el tenis y el pádel. En 2001 empecé a acudir a un centro de gimnasia postural, en donde se ejercitaba mucho la columna. Aunque encontraba este tipo de gimnasia un poco monótona, me enganché rápidamente a la práctica ya que notaba que mejoraba mi flexibilidad y andaba mucho más erguida. El problema es que al ser una gimnasia muy estática lo que hacia era añadirla al resto de actividades deportivas. En definitiva, empalmaba un deporte con otro acudiendo de un sitio a otro, además de mis actividades profesionales y familiares, lo que suponía que iba siempre acelerada. A resultas de esto, empecé a tener muchas dificultades para dormir que se fueron transformando en un insomnio crónico. La situación era complicada y tratando de buscar una solución acabé probando una clase de yoga.  

Nada más salir de mi primera clase supe que había encontrado lo que andaba buscando. Aquello era diferente y podía englobar todo lo que necesitaba. En una sola clase trabajé estiramientos, fuerza, equilibrio, cardio, postura y todo ello sin aceleramiento y respirando acompasadamente, lo que para mi era un tema clave porque no quería ir estresada. Ese mismo día me apunté a YogaOne del grupo Dir en Barcelona por la facilidad y diversidad de estilos que ofrecía. Durante años estuve asistiendo a formaciones y practicando a diario en YogaOne. Más adelante tuve mi época ashtangui asistiendo  a las sesiones Mysore  con Santiago Pinto en su estudio de Barcelona.  El Ashtanga me hizo avanzar muy rápido en las asanas  al tiempo que ganaba mucha disciplina en mi autopráctica personal.  

La mejor manera de avanzar en la senda del yoga es la práctica regular, idealmente diaria. A medida que vas practicando surge la necesidad de recibir formación más especializada para seguir explorando. 

Mi primera gran formación fue un teacher training de 200 horas en 2011 en YogaOne by Dir en Barcelona. Más adelante en el mismo centro realicé un curso de estilos de yoga de 150 horas. En YogaOne también he realizado el curso de Asthanga (200h) con David Svenson y el curso de Hatha Raja Yoga (200h) con Andrei Ram.  

También he tenido la suerte de haber podido viajar a la India en múltiples ocasiones. He practicado Ashtanga de la mano de Saraswati, hija del padre de este estilo, Pathabhi Jois durante un mes. He visitado a Arnand Prakash en Rishikesh en busca de una práctica aún más integral. En 2020 he vuelto a viajar a la India para seguir con mi formación de Iyengar haciendo un curso de 3 semanas en Yog-Ganga con Swati y Rajiv Chanchani y practicar otras dos semanas con Usha Devi en Risikesh.  

En Sri Lanka realicé un curso de 200 horas con Nicky Knoff, creadora del método Knoff Yoga, un estilo de autopráctica basado en el Iyengar  pero con variaciones más terapéuticas, pranayama y meditación.  

A lo largo de todos estos años también he acudido con frecuencia a workshops impartidos por profesores internacionales como Laruga Glasser, David Robson, Rebecca Kovaks, Alexis Simón, Andrei Ram, Gustavo Plaza y muchos más.

Agradezco a todos los maestros que me han nutrido en el camino, todos ellos han ido configurando mi práctica actual que es personal y adaptada a mis necesidades e inquietudes. 

Soy de la opinión que cada uno es su propio gurú. Yo soy solamente una estudiante que sigue investigando en este infinito mundo del yoga, disfrutando de la práctica diaria y de las enseñanzas. Creo en el poder sanador del yoga. Me gusta compartir lo aprendido y ayudar en la medida de mis posibilidades a mejorar el bienestar de mis alumnos. 

 Mi recorrido a través de distintos linajes del yoga así como mi experiencia impartiendo clases de distintos estilos a personas de distintas edades y niveles, me ha dotado de una sensibilidad para percibir cuales son las peculiaridades del alumno y adaptar la práctica a sus necesidades.  

 

Loofoto

Junto con el yoga, la fotografía también ha sido mi segunda gran pasión a lo largo de estos últimos años. Tras graduarme en Grisart, la escuela internacional de fotografía de Barcelona, me lancé a ofrecer servicios fotográficos junto a mi marido Jorge (autor de todas las fotos que veis en estas páginas web). Más adelante el yoga fue comiendo más terreno en mi agenda y mi marido ha tenido que continuar la actividad con menos apoyo de mi parte. Podéis ver nuestras fotos en www.loofoto.com